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Foto del escritorMarco Morales, Ph.D.

Las elecciones y el agua.

No se palpa mucha ilusión y esperanza por el actual proceso de elecciones a Presidencia, Vicepresidencia, Diputados y Alcaldías Municipales. Se observa un clima de tensión y enorme desconfianza en este proceso democrático, provocado por las acciones de distintos sujetos que defienden el statu quo.


Aún así, es lo que queda de la democracia guatemalteca.

(Imagen votación en Guatemala. Fuente: La Hora GT)


El statu quo del agua brota de las cloacas. El agua desnuda la patria del guatemalteco.


Es la dictadura de la anarquía hídrica, como una bota en la cabeza de la débil y desordenada institucionalidad del agua, que provoca impactos a todo nivel.


La anarquía hídrica impacta de manera directa la vida de los habitantes y ecosistemas de Guatemala y la sostenibilidad de las empresas y entidades públicas y privadas, que dependen de ella para producir y para funcionar.


¿Qué dicen los candidatos sobre la contaminación por aguas residuales no tratadas y basuras, las fuentes de agua sobreexplotadas, los metales pesados en algunas fuentes subterráneas, la escasez operativa y climática que impacta a las familias y la productividad, las inundaciones y colapso de drenajes que nos hacen perder tiempo y muchos recursos y obras, la deforestación indiscriminada que daña fuentes hídricas, el colapso de pozos, la conflictividad por el uso y aprovechamiento de cuerpos de agua, y un largo etcétera?


Quien defiende el statu quo, va a intentar ocultar esta crisis y evitar cualquier cambio de fondo. Recuerde que hay gente y empresas que viven del caos, en cuyas cabezas y corazones, el enriquecimiento está antes que la gente, los ecosistemas, la estabilidad de los medios productivos, el desarrollo del país.


En las dos elecciones anteriores analicé algunas de las propuestas de los principales candidatos y sus partidos políticos, y lo comuniqué en redes sociales, profesionales y eventos a los que fui invitado.


El tema hídrico estuvo en segundo y tercer plano, como si no importase. Lamentablemente, en las elecciones 2023, la situación es aún peor.


Son pocos los candidatos que lo incluyen en su plan de gobierno central; en las municipalidades sí es un tema que se menciona con fuerza, “el agua”, pero como discurso de plataforma y no siempre como estrategia de abordaje.


Como experto en agua le puedo afirmar que el problema hídrico no es principalmente de tipo técnico, de gestión de la oferta y demanda de la cantidad y calidad del agua o de medidas de adaptación a la variabilidad climática.


Mucho menos aún, es un problema que se resuelve por la acción individual o local, temas de gran interés que forman parte de la solución, pero que tienen un impacto limitado frente a un recurso móvil y dinámico (el ciclo del agua).


A mis colegas técnicos expertos y gente que trabaja en el agua, les digo que es imposible resolverlo solo desde su perspectiva; se requiere una acción mayor, más amplia y de enormes recursos. Si usted quiere de verdad una solución a lo hídrico debe hablar de la política con honestidad y con la verdad de frente.


El problema del agua es mucho más profundo. Es político y social, de gobernanza. De líderes y estadistas, de consciencia y capacidades, de institucionalidad y normativas funcionales y adaptadas a la realidad, de inversión pública y privada coordinada a todos los niveles (individual, familiar, comunitario, urbano, rural, empresarial, en los sistemas hidráulicos, en las cuencas hidrográficas, en los cuerpos de agua transfronterizos).


Espero de corazón que usted sepa cuáles son los candidatos que tienen la capacidad y la intención para sacudirnos de encima esta anarquía hídrica. Vote por ellos y por ellas.


Este artículo se publicó en La Hora GT el 12/06/2023: https://lahora.gt/opinion/marco-morales/2023/06/12/las-elecciones-y-el-agua/

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