Consulta
Conocemos el agua casi tanto como nos conoce a nosotros, espléndida en vida, potente en su fuerza.
Estudiando, entendiendo, analizando y determinando la presencia de sus mantos, de sus cuerpos, de sus brazos. Propiciamos la oportunidad del bienestar y la prosperidad de los campos, el desarrollo de los pueblos y la sostenibilidad de las ciudades.
Evaluamos el agua en todos sus nombres y formas. La encontramos en el sonido y olores del viento, entre tierra y cielo, profunda y pródiga en cosechas de avance y creatividad.
Conocemos el caudal brioso de sus cauces, vertientes que corren desde nuestras manos hasta sus fuentes generosas. Fuentes de energía para transformar, hacer, mover y vivir.
El fluido precioso que se hace vida corre en nuestro credo de encontrar, conocer, crear y revitalizar.
Mantos fuertes, mantos profundos, altos mantos en lagos, ríos y cenotes.
Diversas oportunidades nos ofrece el líquido nutriente, vital motor de viento y movimiento.
El agua corre en nuestro conocimiento y configura nuestro espacio, se anuncia en el horizonte tocando y alimentando todo. Escuchamos su sonido indistinto, nos recreamos en su brillo y sus reflejos.
Investigamos sus virtudes, sabemos de sus problemas y damos fe de las
oportunidades que nos ofrece y de la importancia esencial que tiene para nuestra sociedad, del grifo hasta la lluvia, desde el vaso hasta el océano.